viernes, 13 de octubre de 2023

THE DIGITAL FACE STEALERS/ LOS LADRONES DE CARAS DIGITALES

 


Vivimos en una era extraña. Durante la mayor parte de la historia, la gente ha tenido un sentido de lógica ante el mundo; una lógica algo que podría servir para diferenciar lo absurdo de lo realista. En la modernidad, especialmente en estos últimos años, hemos sentido que esta lógica nos ha abandonado hasta el punto de que las cosas de las que antes nos habríamos reído, ahora son urgentemente reales. Cambios y amenazas que se limitarían a cuentos fantásticos o novelas que se hacen realidad de maneras disruptivas y, a veces, activamente maliciosas. Entonces, hablemos de "deepfakes".

AI, eso es algo de lo que no parece poder evitar hablar al respecto estos días. La IA reemplazará a los artistas, la IA reemplazará a los autores, esos son algunos de los temas de conversación comunes. ¿Pero la IA reemplazará a "usted"? La tecnología deepfake es un término colectivo utilizado para describir el software que es capaz de replicar la imagen e incluso la voz de una persona hasta tal punto que la gente puede confundirlo con la realidad. Personas como Tom Hanks, actor protagonista de películas como Forest Gump o Salvar al soldado Ryan, ha tenido que lidiar con imitadores digitales. Se había utilizado un clon de IA en anuncios de Instagram contra el consentimiento de Hanks, lo que llevó al actor a emitir un comunicado aclarando lo que estaba sucediendo. Como nota preocupante, muchas empresas de tecnología han presentado los conceptos de clones de IA como una solución al problema de tener que tratar a los seres humanos como personas. Naturalmente, este ha sido un punto de discordia en la huelga SAG-AFTRA, entre actores, escritores y productores.

Entonces vivimos en una película de ciencia ficción, ¿y ahora qué? Una de las cosas a tener en cuenta es que la IA, por su naturaleza de código, solo puede crear cosas a través de una serie de valores promedio derivados de expresiones de cálculo. Como tal, la IA nunca puede "comprender" la tarea que se le ha asignado. Una vez que tiene que salirse de la caja para la que fue diseñada, si es que puede hacerlo, la IA no tiene capacidad para adaptarse o innovar, solo copiar aquello en lo que fue entrenada. No es un sistema dinámico que pueda crear sus propias ideas, sino que es mejor pensar en él como parte de la misma familia de programas como el autocompletado o los filtros de Instagram. A medida que la novedad de la tecnología se desvanezca, la gente se dará cuenta urgentemente de sus límites. Una de las cosas que la IA probablemente reemplazará son los empleos cuyo valor los empleadores no vieron en primer lugar. Lo más probable es que lo utilicen personas que quieran gastar la menor cantidad de dinero en la actividad particular para la que emplean la IA. Lo que esto significa es que si la IA reemplazará a la humanidad en el lugar de trabajo no es una cuestión de competencia o eficiencia, sino de si las fuerzas que deben valorar a la humanidad en primer lugar.

¿Entonces, qué piensas? Nos gustaría escuchar sus opiniones sobre la IA y su lugar en el futuro, tanto en las artes como en los negocios. ¿Crees que la IA llegará para quedarse o es sólo una tendencia pasajera? ¿Cómo has interactuado con la IA? ¿Le preocupa que se utilice para dañar a las personas o está entusiasmado con las posibilidades que se pueden abrir?


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